-Vaya
historia la de tu tío!- le dije al Rojo
-Sí, ha
vivido dos que tres cosas interesantes ahí donde lo ves.
-Pero es que
qué suerte! Imagínate, en esos tiempos, a su edad, y con su maestro! Es como
una fantasía hecha realidad!
-Él está
consciente de ello, muchas veces me ha dicho que fue mucha suerte, que su vida
habría sido muy diferente de no haber conocido a ese maestro.
-Y que fue
de Mr. Hannigan?-
-La orden a
la que pertenece el colegio lo transfirió a otra escuela en Dublín según
recuerdo.-
-Y se
volvieron a ver?-
-Creo que
solo en una ocasión mas, pero me dijo mi tío que fue solo un reencuentro de
amigos, ya no hubo nada de lo otro.
-Qué pena
no?
-Esa vez que
me contó me dijo que por lo menos le quedó un buen recuerdo, aprendió muchísimo
de él, lo enseño a apreciar la buena ropa, le enseñó modales de caballero, y
bueno, ya te imaginarás que otro tipo de cosas!
-Me hubiera
encantado conocer a Mr. Hannigan!
-Créeme, a
mi también.
-Oye, y
cuándo me presentarás oficialmente a tu tío?
-Bueno,
primero tengo que confirmarle que eres uno de los nuestros.
-Cómo así?
Qué son alguna especie de hermandad o algo?
-Hmmm si,
podría decirse – me dijo el Rojo riéndose
-Es en
serio?
-Sí.
-Cuéntamelo
todo! Quiero saberlo!- le dije completamente exaltado.
Hasta hacía unas horas
yo pensaba que era el único en el mundo y de pronto me daban la noticia de que
no solo no era el único, eran varios más en MI CIUDAD y encima estaban
organizados!
-Como podrás
comprender, no te puedo dar muchos detalles. Te diré que sí somos varios, y
créeme que nos tomamos en serio nuestro fetiche, pero nos gusta nuestra
privacidad.
-Pero dime,
cuántos son? De qué edades?
-Varios y de distintas edades, hasta ahora yo soy el más joven; habemos algunos solteros,
otros comprometidos para casarse, otros casados y con hijos, algunos en unión
libre, etc.
-Y cuándo
podré conocerlos?!!!
-Todo a su
tiempo, primero tengo que decirle a los del grupo que tengo un candidato. Y ya
ellos deciden si quieren conocerte o no, y tiene que ser una decisión unánime,
de otro modo, no se puede.
-Pero por qué
no?
-Somos muy discretos, y nos interesa seguir siéndolo, todos tenemos una vida
aparte de esta actividad, y no nos gustan mucho los cambios.
-Qué son
homofóbicos o qué?
-O sea, tenemos sexo entre nosotros, que tan homofóbicos podemos ser? de
hecho hay un miembro que es abiertamente gay, que incluso vive con su pareja, pero digamos
que esto es algo que es muy ‘nuestro’, solo nos gusta compartirlo con alguien
que nos entienda al 100%. No es solo por el sexo, porque dime tú qué tan difícil es
encontrar con quien acostarte?
-Nada
difícil.
-Y encontrar
a alguien con quien puedas hablar de esto?
-No pues
nunca conocí a nadie.
-Pues en
nuestro grupo, podemos hablar de eso libremente, de lo que quieras que esté
relacionado con el fetiche, y no te tienes que preocupar de que vayan a pensar
que estás mal de la cabeza ni nada de eso.
-Y se reúnen
seguido?
-Un par de
veces al mes.
-Cuándo será
la próxima?
-Mañana
mismo.
-No creo que
pueda esperar tanto!- le dije
-Ya, no
hagas drama, pasaste toda tu vida hasta ahora sin saber que existíamos y de
pronto no puedes vivir sin conocernos?
-Ya, no me
salgas con eso, ponte en mi lugar, tú que sentirías?
-Mira, puedo
hablar con mi tío por la mañana, y lo pondré al tanto, y veremos que dice.
-No puedes
hablar con él ahorita mismo?
-Te das
cuenta de la hora que es?
-Lo siento,
no puedo aguantar, necesito saber.
A
regañadientes, el Rojo tomó su teléfono y comenzó a escribir un mensaje de
texto.
-Le voy a
enviar un mensaje, es todo lo que puedo hacer, no son horas de llamar.
Para
sorpresa de los dos, el teléfono sonó al minuto de haber enviado el texto.
-Es mi tío.
-Contéstale!
El Rojo salió
al pasillo para contestar, pero pude escuchar perfectamente lo que decía.
-Hola que
tal tío, cómo está?
-…
-Sí, aquí
estamos en mi casa.
-…
-Pues ya se
imaginará que pasó.
-…
-Así es,
confirmadísimo, es otro suitlover como nosotros.
-…
-No creo eh,
por lo que me contó y por cómo se comportó, no creo que sea solo un mirón, de
verdad parece que piensa y siente lo mismo que nosotros.
-…
-Sí, es mi
amigo el que le presenté el otro día en el billar.
-…
-No tengo
ninguna foto, pero se puede arreglar, se la puedo enviar por correo?
-…
-Ok, deme
unos minutos y se la envío.
-…
-Ah sí? Cuando
regresó?
-…
-Me dará
mucho gusto volver a verlo! Bueno, como le decía, en un momento le envío las
fotos- dijo y colgó.
El Rojo
regresó a la habitación y me dijo que me arreglara la ropa, que necesitaba
tomarme unas fotografías.
-Y para qué?
-Para que te
conozcan, mi tío estaba en una ‘reunión’ con otros dos del grupo, y les llamó
mucho la atención tu insistencia, así que necesito enviarles un par de
fotografías.
Rápidamente
me puse de pie, y busqué los pantalones, me puse los zapatos, me acomodé el
saco, el pañuelo, y me pasé las manos por el pelo para alisarlo un poco.
El Rojo
salió de la habitación un momento y regresó con una vieja cámara Polaroid con
la que me tomó un par de fotografías, una de rostro y otra de cuerpo completo.
Después de
que la imagen de las fotografías terminó por aclararse, encendió su computadora
y escaneó las dos imágenes, mismas que envió inmediatamente por correo.
Pasaron
cinco minutos que se me hicieron eternos cuando su teléfono volvió a vibrar con
un mensaje.
-Vaya, pues
ya tienes un pie adentro, vieron tus fotografías y les gustaste mucho, solo
falta que los demás del grupo te den el visto bueno, si no es unánime, no
podrás unirte al grupo.
-Y ha pasado
antes que rechacen a alguien?
-Sí.
-Y porqué ha
sido?
-Porque no
eran suitlovers, eran simples mirones.
-Cómo?
-Gente a la
que le gusta ver trajeados, pero que ellos no se visten así, ni lo disfrutan más
que ponerse cualquier otro tipo de ropa, nos hemos llevados dos o tres chascos antes, y gente como esa no nos interesa.
-Aah, y cómo
sabes que yo no te estoy engañando?
-A estas
alturas del partido me consta que eres suitlover, de otro modo ni siquiera te
habría mencionado lo del grupo. Ahora ya hay que dormirnos, que es muy tarde y
de todas formas no se sabremos nada hasta que todos den su aprobación mañana.
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